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Información Legal

Jurisprudencia sobre programas informáticos de segunda mano

El Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas (TJCE), como máximo órgano judicial de la Unión Europea, ha aportado claridad definitiva con su sentencia y ha declarado que el comercio de programas informáticos de segunda mano es, en principio, lícito.

El TJCE también dictaminó que el comercio de programas informáticos de segunda mano también es lícito si el programa se transfiere por Internet.

A continuación, el 17 de julio de 2013, el BGH confirmó plenamente la decisión de principio del TJCE en lo que respecta a las cuestiones jurídicas subyacentes. 

Y la sentencia del TJCE también debe aplicarse a las licencias por volumen y a su división. Así lo confirmó el Tribunal Regional Superior de Fráncfort del Meno en un procedimiento entre Adobe y usedSoft.

En su razonamiento para la sentencia, los 13 jueces de la gran sala afirmaron claramente que el principio de agotamiento se aplica a toda primera venta de software. El TJCE dictaminó incluso que, en el caso de licencias transferidas en línea, el segundo comprador puede volver a descargar el software del fabricante: "Además, el agotamiento del derecho de distribución se extiende a la copia del programa tal como ha sido mejorado y actualizado por el titular de los derechos de autor", dijo el TJCE. De este modo, el Tribunal fue claramente más allá de la opinión del Abogado General del TJCE de 24 de abril de 2012.

 

 

LAS LICENCIAS POR VOLUMEN Y SU FRACCIONAMIENTO TAMBIÉN SON LEGALES

En una sentencia posterior del Tribunal Regional Superior de Fráncfort del Meno en un caso entre Adobe y usedSoft, se confirmaron de forma impresionante las consecuencias ulteriores de la sentencia del TJCE: En concreto, el Tribunal Regional Superior de Fráncfort dictaminó que la sentencia del TJCE también se aplica a los acuerdos de licencia por volumen y a su división. El 11 de diciembre de 2014, el Tribunal Federal de Justicia rechazó en su totalidad un recurso de Adobe (asunto nº I ZR 8/13). De este modo, se confirmó en última instancia la sentencia del Tribunal Regional Superior de Fráncfort. 

 

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